Esta mañana el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) ha presentado en Mollerussa la red RegAssist, una iniciativa que debe servir de apoyo al sector agrícola para optimizar el uso del riego y la gestión de recursos hídricos, especialmente en las actuales condiciones de sequía e incertidumbre climática.
Aunque RegAssist utiliza diversas tecnologías avanzadas para crear predicciones y una simulación en tiempo real del estado hídrico del campo, el punto clave es la creación de una red de personal técnico e investigador especializado, con equipos localizados en varios puntos del territorio catalán, que podrán asistir directamente a las necesidades de los usuarios de los recursos hídricos de cada zona. Josep Usall, director general del IRTA, explicaba bien esta mañana la principal razón de ser del proyecto: “el embrión de RegAssist empezó el pasado año con la colaboración y el apoyo a las comunidades de regantes. Comprobamos lo importante y beneficioso que era el diálogo constante en el terreno, y cómo la recogida de datos in situ y el uso de nuevas tecnologías podía ayudar al sector a disponer de una mejor información para optimizar el uso del agua”.
El concepto de fondo no es nuevo: las estrategias de riego inteligente hace tiempo que se han demostrado eficientes y tienen efectos positivos sobre la producción, la calidad de ésta y la sostenibilidad ambiental. El agua, como recurso escaso y valioso, se utiliza de esta forma de manera precisa y con el mayor ahorro posible. Jordi Oliver, coordinador de la red RegAssist, lo ha explicado con detalle esta mañana: “Ya desde 2023, el IRTA lleva haciendo un acompañamiento especial al sector, en previsión de la situación de emergencia por sequía. Sin embargo, hasta ahora este apoyo había estado más centrado en las áreas de Lleida y Girona. Ahora, con RegAssist, se extenderá al resto de Cataluña”.
La red de técnicos especialistas de RegAssist se distribuirá por todo el territorio atendiendo a las diferentes necesidades y condiciones de cada zona: en el área de Lleida, donde generalmente se cultivan frutales y cultivos extensivos; en el Ebro, con el cultivo del arroz y los cítricos; en los viñedos del Penedés y los olivos, avellanos y plantas hortícolas del Camp de Tarragona; en el Baix Llobregat y el Maresme, con hortícolas y frutales de proximidad; y en Girona, con frutales y cultivos extensivos. Además, se trabajará con el estudio de fuentes alternativas al agua de los embalses, como por ejemplo el uso de aguas regeneradas o aguas subterráneas en la agricultura.
“RegAssist ha nacido para facilitar y mejorar la transmisión y la aplicación de conocimiento y tecnologías desarrolladas en el ámbito de la investigación del riego” ha continuado Oliver, “se pretende transferir conocimiento científico y técnico a todos aquellos agentes interesados: comunidades de regantes, cooperativas y empresas agrícolas, asociaciones agrarias… en estrecha colaboración con los agentes e instituciones que dependen de la administración pública, ya desplegados y con experiencia en el territorio”.
La idea base es que los productores y las comunidades de regantes puedan disponer de todo el conocimiento técnico y científico para saber con precisión qué cantidad de agua necesita cada cultivo, cómo debe aplicarse para mejorar la eficiencia en el uso del agua, y qué fases del desarrollo de cultivo son las más indicadas para reducir el uso de agua minimizando efectos adversos en la producción o la calidad del producto. Gracias a la presencia de equipos especializados en las principales zonas productoras de Cataluña, se puede ayudar a identificar las vulnerabilidades y oportunidades locales, realizar pruebas piloto, y acompañar en la implantación de infraestructuras. La sede de coordinación de la red RegAssist y la mayoría del equipo humano se encontrarán en la ciudad de Lleida, en el IRTA Fruitcentre.
Para todo este trabajo es necesaria una recogida de datos en el terreno y un análisis previo, lo que permite una planificación más correcta y cuidadosa, y el establecimiento de planes de contingencia para episodios de escasez de agua como el actual. Las nuevas tecnologías aplicadas a la agricultura (como la teledetección, la inteligencia artificial o el big data), junto con la estadística y la informática, se revelan claves para la agricultura del futuro, acelerada por las necesidades del presente. A través de RegAssist, los distintos agentes interesados e implicados tanto en la gestión, el uso, y la transferencia de conocimiento en materia de agua en la agricultura, dispondrán de información que permita elaborar recomendaciones en el uso del agua siguiendo criterios científicos y técnicos basados en la larga experiencia en investigación y en las últimas tecnologías. Además, se hará seguimiento de las infraestructuras hídricas para asegurar su buen funcionamiento, y que el agua no se derroche. La información sobre estas recomendaciones, el estado actual del suelo y las previsiones de futuro formarán parte de un “gemelo digital”, una simulación en tiempo real del estado del campo y de sus necesidades hídricas. Esta información podrá consultarse a través de plataformas digitales.
Para alcanzar los objetivos, en 2024 el IRTA está desplegando una red de técnicos especializados en el ámbito hídrico distribuida por todo el territorio catalán, con una visión de futuro y un trabajo de transferencia bidireccional de información. Para 2025 se espera tener una implantación completa de esta red y un funcionamiento normalizado en el territorio, más allá de la emergencia actual por sequía.
Que cada gota cuente
Cataluña tiene unas condiciones singulares a la hora de plantear sus necesidades de agua, con áreas muy diferenciadas. En las cuencas catalanas del Ebro, la mayoría de demanda de agua es para la agricultura (un 95%), pero en las cuencas internas está más disputado con la demanda industrial y doméstica (un 44%, debido sobre todo a la gran área urbana de Barcelona y su entorno). Esto hace que las principales instituciones que gestionan las cuencas, la Agencia Catalana del Agua y la Confederación Hidrográfica del Ebro, a menudo enfrenten circunstancias distintas. Aparte de esto, aunque la mayoría del terreno en Cataluña es de secano, la mayor productividad por área se da en los terrenos con regadío, con un 27% de la superficie agrícola.
La escasez del agua y las previsiones de un futuro aún más incierto, hacen necesarias las prácticas centradas en la optimización del agua que tenemos, tanto para asegurar la viabilidad económica de algunos cultivos, como incluso para la propia supervivencia de los cultivos leñosos. Pensamos en un sector vitivinícola que enfrenta grandes pérdidas, o en los problemas de una olivicultura que ha disparado el precio del aceite, situaciones que llegan muy directamente a toda la ciudadanía.
La situación de sequía extrema en la que se encuentra Cataluña desde el año 2021 es la más longeva e intensa desde que se tienen registros fiables. A pesar de la buena noticia de las últimas lluvias, la situación sigue siendo complicada. Las precipitaciones siguen mostrándose insuficientes, y el verano se acerca, dentro de un año que está siendo seco y poco lluvioso.
“El conocimiento coordinado y acumulado de nuestros científicos y técnicos permiten idear estrategias de riego específicas para alcanzar el ahorro de agua sin repercutir negativamente en los cultivos, o incluso consiguiendo lo contrario” defiende Jaume Casadesús, jefe del programa Uso eficiente del agua en agricultura en el IRTA, un equipo que lleva más de 30 años trabajando en la mejora de la gestión del agua de riego y la eficiencia de la producción agrícola. “Con RegAssist, damos un paso más en este trabajo y nos preparamos para gestionar mejor un recurso tan escaso y valioso como el agua”. Fuente y foto: IRTA
Texto imagen: Gestión del riego con datos de soporte digital