La Unió Llauradora i Ramadera, como organización agraria arraigada en el territorio, muestra en primer lugar su pesar por la magnitud de la tragedia de la DANA y desea trasladar sus más sinceras condolencias a los familiares de las víctimas.
Pone asimismo a disposición de Administraciones y personas afectadas todos los medios a su alcance para colaborar en la medida de sus posibilidades en la minimización de los daños. De hecho, ayer y hoy muchos agricultores colaboran en sus municipios con sus tractores en aquellas tareas donde se requiere su ayuda.
LA UNIÓ señala que las pérdidas por la DANA que asola algunas comarcas de la Comunitat Valenciana serán cuantiosas y todavía incalculables para el campo y confía en que las distintas Administraciones estén a la altura de la magnitud del desastre que ha causado este fuerte temporal de lluvias y que los agricultores y ganaderos de la Comunitat Valenciana afectados puedan ver así compensadas en parte los daños. Así, la organización demanda un respaldo económico adecuado y agilidad en las ayudas para que las personas afectadas puedan recuperar cuanto antes la normalidad en sus parcelas y la capacidad productiva de estas.
Por ello solicita al Gobierno de España que declare de forma urgente las localidades de las comarcas con más daños como “zona afectada gravemente por una emergencia de protección civil”, antiguamente zona catastrófica, para poder beneficiarse de las medidas y ayudas que contempla esta situación con objeto de compensar las rentas de las personas agricultoras y ganaderas afectadas.
La Ley 17/2015 del Sistema Nacional de Protección Civil establece el procedimiento de declaración de zona afectada gravemente por una emergencia de protección civil, situación que la debe declarar el Consejo de ministros, a propuesta de los Ministerios competentes o concernientes, a pesar de que inicialmente la declaración puede ser solicitada también por las administraciones públicas interesadas, como pueden ser las administraciones locales. Entre otras, se pueden adoptar ayudas por daños en producciones agrícolas, ganaderas y forestales, además de medidas fiscales, laborales y de Seguridad Social que se derivan de los daños producidos a personas o materiales derivados de un siniestro que afecte gravemente las condiciones de vida de la población en un área geográfica determinada.
LA UNIÓ considera totalmente imposible cuantificar en estos momentos los daños en las zonas afectadas, mientras la DANA no desaparezca y no se pueda entrar a los campos para observar el alcance de estos, aunque se prevé que sean numerosos. Serán sobre todo por el impacto del pedrisco que en algún caso fue seco y por tanto más peligroso, así como por los fuertes vientos que tiraron fruta a tierra y dañado fuertemente las instalaciones agrarias.
Este temporal de lluvias torrenciales, pedrisco y fuerte viento provocará así daños directos en los cultivos, fundamentalmente en cítricos, caquis, hortalizas y viñas, de las comarcas de la Ribera, Utiel-Requena, L’Horta, Hoya de Buñol, Camp de Túria y La Serranía.
También habrá pérdidas muy importantes por roturas de infraestructuras agrícolas tanto de dominio público como caminos rurales o barrancos como privados (invernaderos, acequias, márgenes, setos o vallas, instalaciones de riego por goteo, muros, etc.,)., así como arrastres de tierras y de árboles ante la virulencia de las aguas. Otra consecuencia es la paralización de campañas de recolección de cultivos como los cítricos o caqui, entre otros.
Habrá que ver a partir de ahora también la evolución de las precipitaciones durante los próximos días para conocer si se detectan problemas de hongos por acumulación de humedad en algunos cultivos de regadío, así como por ejemplo en la viña.
LA UNIÓ indica por otra parte que los cultivos afectados cuentan con cobertura de seguros agrarios y demandará la rápida peritación de las parcelas dañadas. Por otra parte, y aparte de la declaración de zona gravemente afectada, solicitará un paquete de ayudas directas y diversas medidas fiscales y laborales para las personas afectadas. Fuente y fotos: La Unió