La Comunitat Valenciana es conocida por sus extensos campos de cítricos, como los naranjos que perfuman la ciudad con esa fragancia dulce y distintiva. También destaca por su producción de caquis, siendo líder en el mercado europeo. Sin embargo, el sector agrario valenciano se enfrenta cada año a nuevos desafíos que amenazan sus cosechas. La mosca blanca, un diminuto insecto voraz y difícil de controlar, es una de las principales preocupaciones de los agricultores valencianos. Según la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA – Asaja), se trata de la plaga más alarmante en este tramo de temporada, debido a las temperaturas inusitadamente altas que han hecho desde invierno, afectando hasta el 80% de las zonas productoras en algunos términos.
ITI, centro tecnológico privado especializado en TIC, está trabajando con el cooperativismo agroalimentario de la Comunitat Valenciana a través de COARVAL para ayudar al sector agrario a desplegar estrategias de control y prevención de plagas. El proyecto MoTIA3, respaldado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE+i) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), tiene como propósito principal implementar técnicas de Inteligencia Artificial (IA) en proyectos agroindustriales. En esta tercera anualidad, el objetivo es dar continuidad al trabajo realizado en los dos primeros años del proyecto y, a la vez, poder aplicar la tecnología en nuevos ámbitos.
En consecuencia, la cooperación con COARVAL está abriendo nuevas vías de aplicación de MoTIA3 en el marco del control de plagas. ITI cuenta con un set-up experimental basado en un microscopio portátil y un posicionador automático x-y con el que se pueden analizar las hojas de cítricos y de caquis que proporciona COARVAL. El microscopio recorre los ejemplares de manera automática y saca imágenes que se procesan para la detección y el conteo de huevos, larvas y pupas de mosca blanca.
La amenaza de las plagas de mosca blanca para el sector agrario valenciano es muy grande, por lo que el conteo es una herramienta de prevención fundamental para combatirla. En este sentido, el número de hallazgos que se hace en los ejemplares de hojas es el que determina si se aplican tratamientos de control. La precisión del conteo es, por lo tanto, trascendental para tomar decisiones correctas y a tiempo. El objetivo principal del trabajo es sustituir el conteo manual por una solución digitalizada y automatizada que optimice el proceso.
“El tratamiento de control implica el uso de productos fitosanitarios, que deben aplicarse de manera precisa para evitar un impacto negativo a nivel económico y medioambiental. Así, las técnicas desarrolladas y aplicadas en el proyecto MoTIA3, gracias a la utilización de algoritmos de IA para la detección, seguimiento y conteo de insectos, garantizan la precisión necesaria para que los tratamientos de control de plagas se utilicen en los momentos más adecuados para optimizar los efectos de su aplicación de forma tal que protejan realmente los cultivos de los agricultores”, ha explicado Pedro Zuccarello, investigador principal del proyecto dentro de ITI.
David Orduña, técnico agronómico en COARVAL, ha señalado que la cooperación con ITI para combatir las plagas de moscas blancas que amenazan la agricultura es de vital importancia: “Los nuevos marcos de regulación europea añadidos a la reducción de materias activas que venimos acusando desde hace ya unos años hacen que debamos ajustar mucho en el tiempo el efecto de los tratamientos, es por ello que la digitalización y la IA son las herramientas indispensables para asegurar la rentabilidad y sostenibilidad en el sector agrario”.
Así pues, Sandra López, responsable del Departamento de Calidad e Innovación en COARVAL, añade que “desde COARVAL, estamos agradecidos de poder desarrollar esta colaboración junto con ITI, y confiamos en que esta nueva tecnología aplicada al sector agrario pueda suponer un gran avance a la hora de combatir una de las plagas que más amenazan las cosechas valencianas de naranjo y caqui”.
Del mosquito tigre al infinito
En esta tercera anualidad de MoTIA, el foco se está poniendo en otro tipo de plagas cuya presencia tiene consecuencias directas sobre la industria agrícola, como es el caso de la mosca blanca. Anteriormente, el proyecto se había centrado en combatir al mosquito tigre, que supone un serio problema a nivel sanitario y turístico para la Comunitat Valenciana debido a sus efectos como potencial transmisor de determinadas enfermedades.
En este caso, las dos primeras anualidades de MoTIA se han dedicado a aplicar técnicas de Inteligencia Artificial en el contexto de la Técnica del Insecto Estéril (TIE), siendo esta una técnica de control biotécnico de plagas aplicada, en este caso, a controlar la plaga del mosquito tigre. La TIE se basa en la cría masiva de ejemplares machos estériles que, posteriormente, son liberados al medio ambiente, consiguiendo así controlar la tasa de reproducción de la especie. Los mosquitos macho no pican a las personas y, al estar esterilizados, cuando se produce la cópula con las hembras silvestres, se consigue reducir la población en cuestión.
ITI ha trabajado, empleando algoritmos de IA y tecnologías avanzadas de la Industria 4.0, con los objetivos de optimizar y automatizar el rendimiento del proceso de cría masiva dentro de la biofábrica y el seguimiento del programa de la TIE mediante el análisis de trampas de campo. Con MoTIA3, ITI está dando continuidad a lo conseguido en las dos anualidades anteriores y, al mismo tiempo, ampliando su aplicación de la mano de COARVAL.
“Seguimos trabajando en el sector medioambiental y agrícola con una tecnología que sirve para detectar tanto huevos de mosquito tigre en trampas de campo, como de mosca blanca en hojas de cítricos o de caqui. Todo ello, con el objetivo de detectar prematuramente las plagas y poder reducir el coste económico y medioambiental de las estrategias de control y prevención”, ha concluido Pedro Zuccarello.
Este proyecto cuenta con el apoyo de la Conselleria d’Innovació, Indústria, Comerç i Turisme de la Generalitat Valenciana, a través del IVACE, y está financiado por la Unión Europea, a través del Programa FEDER Comunitat Valenciana 2021-2027.