Las heladas y el pedrisco de los últimos días en explotaciones frutícolas de las principales zonas productoras del Valle del Ebro y el sureste peninsular han rebajado las previsiones de cosecha de fruta de verano. Ésta es una de las principales conclusiones que extrae la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) sobre las perspectivas para esta campaña de fruta dulce que ya se está iniciando.
La sectorial de fruta de COAG ha realizado una valoración sobre la pasada campaña y sus previsiones para la actual. El pasado año se ha calificado como regular. Según zonas, momento de la temporada, variedades y calidades hubo buenas o malas producciones y liquidaciones, sin que además fueran aparejadas las unas a las otras. “Para esta campaña, y a pesar de las buenas perspectivas iniciales, la producción esperada podría calificarse de media. Ya se han producido heladas en varias zonas de producción, tanto en el Valle del Ebro como en el sureste peninsular, así como fuertes pedriscos con serios daños. Hasta ahora, la evolución de los árboles en las distintas zonas productivas no apunta a que se produzcan solapes y se considera que debería haber un buen discurrir de la salida al mercado”, ha matizado Osvald Esteve, responsable de Fruta Dulce.
Asimismo, el responsable de COAG ha señalado que “la gran presión de la distribución durante casi toda la campaña se tradujo en cotizaciones inferiores a lo esperado y, luego, el global de ingresos ha sido lamentable y la gente sigue bajando la persiana”. COAG reclama actuaciones concretas frente a la presión continuada de la distribución comercial para bajar los precios en origen, sin importar la situación de los mercados y de las producciones, que deja sin rentabilidad a productores y productoras y de la que tampoco se benefician las personas consumidoras. En este sentido, se insta a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) a realizar inspecciones de oficio desde el inicio de campaña en el que nos encontramos, para comprobar que los precios están cubriendo los costes de producción.
Finalmente, COAG señala la necesidad de adaptar el sistema de seguros agrarios al cambio climático y hacer que las líneas planteen coberturas adaptadas a las realidades productivas, incidiendo en que la siniestralidad extraordinaria sea atendida con fondos adicionales al Seguro Agrario Combinado, así como focalizando las subvenciones para agricultores y agricultoras profesionales, explotaciones prioritarias y personas jóvenes.