La superficie de frutales cítricos y no cítricos, de olivar y de viñedo, los denominados cultivos leñosos, aumentó un 9% entre 2012 y 2022, hasta alcanzar los 5,31 millones de hectáreas, según los datos hechos públicos por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. En global, la superficie cultivada en España apenas descendió un 1% en esa década, aunque muchos de los terrenos que hasta 2012 estaban sembrados de cereales u otros herbáceos están cubiertos ahora de arbolado o viña. Así, en ese decenio, destacó sobre todo el incremento de fincas plantadas con pistacheros, que registraron un aumento del 1.978%, (63.267 hectáreas más que en 2012), pero también de almendros (que sumaron un 30% más, con 199.834 nuevas hectáreas) y de olivar (un 7%, que supone 183.703 hectáreas más).
Cierto es, sin embargo, que en algunas zonas no se ha tenido en cuenta este fenómeno, el del calentamiento global, y ha habido un aumento reseñable de las superficies plantadas con limonero, castaño, aguacate y caqui. El caqui ha sustituido a otros de regadío ya existentes, sobre todo a los cítricos más tradicionales como mandarino y naranjo. El mandarino ha visto reducir en un 7% las fincas en que se cultiva (7.800 hectáreas menos) y el naranjo, un 4% (con una pérdida de 6.900 hectáreas). El espectacular aumento del cultivo de pistacho, que ha pasado de las escasas 3.200 hectáreas en 2012 hasta las 66.500 en 2022, tanto en secano (38.912 hectáreas) como en regadío (24.355 hectáreas más) se ha producido sobre superficies ocupadas en 2012 por cereal y barbecho, y, en menor medida, por viñedo. La mayoría del pistacho se ha plantado en Castilla-La Mancha (más de 50.000 hectáreas nuevas) y en Andalucía.
El aguacate entre 2012 y 2022 aumentó su superficie un 56%, con 8.000 hectáreas cultivadas más, prácticamente en su totalidad en regadío y concentrado en las provincias de Málaga, Granada y Valencia, debido a su condición de frutal tropical. Solo el 59% de la superficie de 2022 en regadío ya estaba ocupada por aguacate una década antes. El resto se plantó, en un 11% en tierras que antes estaban dedicadas a los cítricos, el 6,5% de terrenos que habían sido superficie forestal, y el 5,6% en barbechos.
El caso del limón es más sangrante, solo se ve superado en porcentaje `por el aguacate y el pistacho. Son 16233 has más en los últimos 10 años. Con el incremento de la capacidad productiva que ello ha conllevado, esta campaña hemos visto cómo se incrementa también la dificultad para comercializar el fruto. Fuente: Asaja Málaga