Desde que un alimento se empieza a producir hasta que se convierte en residuo o se reutiliza, se necesitan energía, materiales y agua, generando varios tipos de emisiones. Todo ello conforma la huella ambiental del alimento. Para cuantificarla rigurosamente, se requieren muchos cálculos y ponerse de acuerdo en los criterios a utilizar. Solo así se podrán comparar los alimentos entre ellos, lo que es clave en el actual contexto de crisis climática y ante la perspectiva de aumento de la población mundial. Por ejemplo: ¿qué diferencias hay entre la huella ambiental de la carne y de la carne cultivada? O, por ejemplo: ¿cómo afrontamos el reto de que toda la población mundial tenga dietas saludables y sostenibles? Este trabajo de cálculo, y de unificar criterios, lo realizan los expertos y expertas en Análisis del Ciclo de Vida (ACV), o Life Cycle Assessment (LCA). Cerca de medio millar de estos profesionales de los cinco continentes se reúnen estos días en Barcelona en la 14ª edición de la LCA Food Conference, organizada por el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) y por el Campus de la Alimentación de la Universidad de Barcelona (UB).
El congreso tiene lugar en el Edificio Histórico de la UB y ha registrado un récord de inscritos, más de 450, entre ellos representantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la Unión Europea (UE). Ayer se realizaron dos sesiones previas y la inauguración oficial ha sido esta mañana, con la asistencia de la subdirectora general de Cultivos Herbáceos e Industriales y Aceite de Oliva del ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Paz Fentes; de la vicerrectora de Emprendimiento, Innovación y Transferencia de la UB, Mercè Segarra; de la responsable de Asesoramiento Técnico de la Subdirección General de Industrias y Calidad Agroalimentarias de la Dirección General de Empresas Agroalimentarias, Calidad y Gastronomía del DARP, Anna Castellví Méndez; del jefe de la Oficina Catalana del Cambio Climático, Leo Bejarano, y del director general del IRTA, Josep Usall.
Bejarano ha destacado que «el ACV es la herramienta metodológica más completa que tenemos para cuantificar los impactos de los sistemas complejos que nos proporcionan bienes y servicios, y evaluar su rendimiento, con tal de mejorar los sistemas alimentarios para el futuro”. Por su parte, Usall, junto a la presidenta del congreso e investigadora del IRTA, Montse Núñez, ha remarcado que “para el IRTA organizar este congreso es un paso adelante en la consolidación de nuestra organización como referente internacional en el ámbito de la sostenibilidad ambiental de los productos alimenticios y en nuestra labor de hacer llegar la ciencia a la ciudadanía”.
Precisamente, el IRTA tiene un equipo de investigadores e investigadoras centrados en el ACV. Algunos de ellos forman parte del proyecto internacional ECO FOOD CHOICE, financiado por la UE, que tiene el objetivo de crear una propuesta que harmonice en toda Europa la metodología para catalogar los productos alimentarios según su sostenibilidad ambiental. También, investigadoras del IRTA, y del Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, además del CREDA y de la Agencia de Residuos de Catalunya, trabajan en los últimos años para concretar la huella ambiental del desperdicio y las pérdidas en la producción de alimentos en nuestro país y este mediodía han hablado de ello en una de las sesiones del congreso.
En relación al impulso de la sostenibilidad en la producción alimentaria, destaca además la PAS (Producción Agraria Sostenible), una iniciativa de la Generalitat de Catalunya que permite evaluar, clasificar y reconocer a las explotaciones agrarias catalanas según una triple vertiente ambiental, económica y social, de forma objetiva y cuantitativa. La PAS comparte con el ACV el objetivo de traducir la voluntad de mejora ambiental en datos y medidas concretas y aplicables en un contexto real.
Decenas de sesiones y ponentes de gran prestigio
Hasta el miércoles 11 de septiembre, el congreso incluirá decenas de sesiones donde los expertos y expertas que participan presentarán experiencias de evaluación del impacto ambiental a través del ACV en proyectos de agricultura, ganadería, pesca, acuicultura y producción alimentaria de todo el mundo. También, en algunas de las sesiones trabajarán conjuntamente para unificar criterios y seguir avanzando en la evaluación de la huella ambiental de determinados alimentos o sectores.
Además, se llevarán a cabo sesiones plenarias sobre cuestiones de interés general con ponentes de prestigio internacional, como Louise Fresco y Marta G. Rivera, que mañana por la tarde hablarán sobre cómo deben evolucionar los sistemas alimentarios para favorecer una mayor sostenibilidad del planeta y una mayor salud de las personas, en un encuentro moderado por el catalán Llorenç Milà i Canals, responsable del Secretariado de la Iniciativa del Ciclo de Vida de las Naciones Unidas. Asimismo, esta mañana el científico catalán Joan David Tàbara ha explicado cómo acelerar transformaciones profundas para evitar los efectos catastróficos del cambio ambiental y para regenerar la Tierra.
El día 12 de septiembre, ya clausurado oficialmente el congreso, los participantes se desplazarán a varias sedes del IRTA por todo el territorio catalán para conocer de primera mano los proyectos que se llevan a cabo. Fuente y foto: IRTA