Valencia, 30 de julio de 2024. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) exige a las distintas administraciones la puesta en marcha de medidas en materia hídrica a corto y largo plazo ante las nuevas restricciones de riego aplicadas en la comarca castellonense del Alto Palancia. Efectivamente, las comunidades de regantes de Soneja y Sot de Ferrer han recibido escritos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) en los cuales establece que “en tanto no circule el caudal ecológico correspondiente en la rambla Seca-embalse de Algar, establecido para dicho tramo en el PHJ 2022-2027, no se podrá derivar agua procedente del río Palancia”. Esta prohibición del riego a través de las acequias, cuyo incumplimiento supone una infracción administrativa, eleva la gravedad de la situación agraria tras las restricciones adoptadas en mayo en poblaciones río arriba como Bejís, Teresa, Viver o Jérica.
La CHJ expone en sus cartas que el pasado 11 de julio realizó un aforo de la masa de agua correspondiente al tramo del río Palancia del cual se abastecen las acequias de las que son titulares ambas comunidades de regantes. El resultado del aforo obtuvo un valor de caudal de 0,093 metros cúbicos por segundo (m3/s), cuando el Plan Hidrológico de Cuenca ha establecido un caudal ecológico mínimo de 0,21 m3/s. En consecuencia, la CHJ prohíbe seguir regando mientras no se supere dicho caudal ecológico estipulado. La comunidad de regantes de Sot de Ferrer tiene un aprovechamiento de aguas superficiales para riego por un volumen máximo anual de 22.400 m3/año, mientras que la de Soneja asciende a 33.738 m3/año. La superficie de cultivo afectada abarca unas 2.000 hanegadas, principalmente de cítricos, olivos y hortalizas. La persistencia de la sequía también amenaza con agravar el descenso del nivel freático aguas abajo, es decir, en Camp de Morvedre.
El delegado de AVA-ASAJA de Soneja, José Ignacio Martínez, afirma que “es la primera vez que nos prohíben el riego por las acequias mientras vemos como discurre agua por el río. La agricultura y la alimentación deberían ser prioritarias en el uso del agua. Si no nos dejan regar, perderemos la cosecha de este año e incluso las mismas plantaciones”.
Por ello, AVA-ASAJA reclama a las administraciones con competencias en agua actuaciones de máxima urgencia como la posibilidad de riegos de auxilio y la puesta en marcha de pozos de emergencia con la finalidad de evitar la muerte de los árboles. Asimismo, la organización agraria pide la revisión de los caudales ecológicos porque los umbrales mínimos impuestos en la actualidad hacen inviable el riego en periodos de sequía extremos como el actual.
A largo plazo, la entidad presidida por Cristóbal Aguado reitera la necesidad de apostar por una nueva política hidrológica que contemple la mejora e incluso la construcción de infraestructuras para ampliar el almacenamiento y la distribución de agua, así como una apuesta por la reutilización de las aguas depuradas. De modo paralelo, AVA-ASAJA insta al Gobierno a aprobar o ampliar ayudas directas a los sectores agropecuarios para paliar las pérdidas económicas derivadas de la sequía.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, denuncia “la desesperación en la que se encuentran los agricultores por culpa de la falta de previsión política en un asunto tan fundamental como es el agua. Si no podemos regar los campos, ¿de qué vamos a comer? ¿Tenemos que abandonar las tierras, despoblar todo el interior y emigrar? ¿Cuál es la salida que nos da nuestro Gobierno? Así lo único que hay garantizado es la ruina agraria, el despoblamiento rural, los incendios y el desierto”. Fuente y foto: Ava-Asaja