Los preparativos navideños cada año se anticipan más. Las empresas productoras y comercializadoras siguen su curso habitual y ahora se encuentran en su punto álgido para lanzar sus plantas al mercado. Los invernadores solares de Almería, mayor zona productiva de poinsettia de España, están teñidos de rojo, el color tradicional de la Flor de Pascua, aunque la diversificación también se hace hueco en esta planta y ha crecido el número de consumidores que elige poinsettia rosa, glitter y tricolor.
En el mundo se producen 200 millones de unidades de poinsettia al año que generan un valor comercial de 1.000 millones de euros. De esa cantidad de unidades, Europa registra 95 millones, a los cuales la Península Ibérica y Canarias aportan 10 millones. En España, Almería se consolida como principal productora seguida de la Comunidad Valenciana, Cataluña y Galicia.
Almería encabeza este ranking con 3 millones de unidades de poinsettia dirigidas prácticamente en su totalidad al mercado nacional, lo que supone el 33% de la producción en España. “Es una planta que no viaja demasiado bien, a no ser que sean formatos muy pequeños. El único país que exporta es Holanda con destino al Reino Unido”, según comenta Francisco Rubio, responsable de Plantaespaña, la sección de Ornamental de COEXPHAL (Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería), que agrupa a 40 empresas que ocupan 300 hectáreas (160 bajo invernadero y 140 al aire libre) y que en la campaña pasada facturó casi 60 millones de euros.
Almería es idónea para este cultivo por sus condiciones climatológicas y la cantidad de horas de luz que tiene. El proceso comienza en el mes de agosto con la siembra del esqueje y el tratamiento adecuado para que se desarrolle de forma correcta hasta alcanzar su color característico en estas fechas. El reto de producción es controlar las consecuencias que el estrés térmico causa en la poinsettia. Las altas temperaturas que soportan en los invernaderos hacen que la planta sufra y repercuta en daños en los tejidos y raíces, que derivan en deformaciones de hojas, problemas de brotación, crecimiento tierno y estructura débil, pérdida de phytoplasma y atraso de la floración.
Los especialistas también recuerdan la importancia de cuidar las campañas de marketing para captar la atención de nuevos grupos de compradores e inspirar a las generaciones más jóvenes con la promoción de la Flor de Pascua. Fuente y foto: Coexphal