Sudáfrica y Argentina, los principales países productores de limón del hemisferio sur en esta época del año, disponen de una menor oferta. Esto se debe, sobre todo, a unas condiciones meteorológicas adversas, con una gran cantidad de lluvia y viento que han afectado a las cosechas. Dado que ya no falta mucho para que termine la temporada de limones de Sudáfrica, la estimación de la cosecha ha vuelto a revisarse a la baja. Se esperaban unos 37,9 millones de cajas de 15 kg de limones, pero la cifra se ha reducido a 33,9 millones de cajas, frente a los 35,6 millones del año pasado.
La temporada de limones en Argentina se vio afectada por las lluvias y un gran impacto de enfermedades y problemas fitosanitarios que provocaron que no se enviara mucha fruta a Europa. La fruta se envasó a un ritmo mucho más lento y con mucho esfuerzo para garantizar que esta llegara en buen estado a EE. UU., su principal mercado. Se ha observado ya un descenso de entre el 15% y el 20% en las exportaciones de limón de Argentina. En Argentina dicen que los productores han abandonado unas 15.000 hectáreas de cítricos. Hasta principios de julio, las exportaciones de limón de Argentina a Europa registraron una caída de entre el 15% y el 20% respecto a la misma semana del año anterior. Las exportaciones de limón alcanzaron solo 114.000 toneladas. La caída del suministro de limones argentinos a la UE se debe también a la bajada de los precios, así como a la mayor duración de la campaña española. Los envíos de limones de otros países del hemisferio sur generaron una mayor competencia en Europa y ejercieron una presión a la baja sobre los precios.
En España, las condiciones meteorológicas adversas han hecho que el sector espere un descenso significativo de la producción de limones para la próxima campaña. Se prevé una caída del 20% para la variedad Fino y del 30% para la variedad Verna en Murcia, la mayor zona productora de limones del país. Esta previsión negativa se produce tras una campaña 2023/2024 que resultó desastrosa para los productores, con precios muy por debajo de los costes de producción debido a un exceso de oferta. En los últimos 8 años se han plantado unos 7 millones de limoneros y la superficie ha aumentado un 36%, pasando de 38.363 a 52.119 hectáreas.
Hay ya algunas estimaciones (que deberán revisarse) que prevén una reducción significativa de la producción de limón para la próxima campaña, con un descenso del 20% para la variedad Fino y del 30% para la Verna en Murcia, la mayor zona productora de limón de España. Este descenso se achaca a unas condiciones meteorológicas adversas, a las limitaciones en el suministro y la mala calidad del agua de riego, a la incidencia de plagas y enfermedades y a la reducción del trabajo en el
La campaña egipcia del limón arrancará en septiembre. Se espera que los volúmenes sean superiores a los del año pasado, con estimaciones que oscilan entre un ligero aumento hasta un crecimiento de más del 25%, según los más optimistas. Pero todos coinciden en que los volúmenes serán mayores gracias al aumento de la superficie cultivada. Los mismos problemas que han afectado a la campaña citrícola en su conjunto, en especial la crisis del mar Rojo, afectarán a los limones. Sin embargo, los exportadores mantienen el optimismo. Las exportaciones de limones a Asia solo representan el 10% (la temporada pasada), un volumen que puede redirigirse más fácilmente que en el caso de las naranjas.
En cuanto a la calidad, los productores egipcios esperan una distribución equilibrada de los calibres y una buena calidad para la variedad Eureka, que es la más dominante. Como referencia, las exportaciones de limón egipcio de la temporada pasada (septiembre de 2022 a junio de 2023) ascendieron a 105.000 toneladas. Más de la mitad de este volumen se exportó a Arabia Saudí. Fuente y foto: Asaja Málaga